PRUEBA DE ESFUERZO
Es una herramienta de detección para evaluar el efecto del ejercicio sobre el corazón.
Se le pide al niño que camine sobre una banda de ejercicio que inicia a una velocidad predeterminada mientras se mide la actividad del corazón con un electrocardiograma y tomas de lecturas de la presión arterial. Esto medirá la reacción del corazón a la creciente necesidad de oxígeno por parte del cuerpo. Se van incrementando paulatinamente la velocidad de la banda hasta que el niño alcance una frecuencia deseada, a menos que se presenten complicaciones como dolor torácico, arritmias o elevación exagerada en la presión arterial. El monitoreo se continúa de cinco a quince minutos después del ejercicio o hasta que la frecuencia cardiaca vuelva a sus niveles iniciales.